viernes, 3 de octubre de 2008

Terciopelo.


Abrió la puerta, y luego los ojos. Entró, estuvo dentro y luego salió.

Se sentó en el sillón de terciopelo con la misma tranquilidad exasperante con la que había hecho todo lo anterior.
Cuando le preguntamos, contestó con tranquilidad en español.

La abuela solo hablaba en español cuando estaba realmente asustada.

1 comentario:

Nacho Vidal dijo...

Encontraste la letra que yo ahora mismo no puedo poner.