
Sus manos juegan con la cucharilla de café, haciéndola viajar por la taza.
Hoy no sonríe.
Sólo mira al infinito, apuntando con los ojos hacia el ventanal.
Fuera no está lloviendo, pero por sus mejillas se deslizan gotas de tristeza.
Ha pedido café con leche, y ha dejado el azucarillo intacto.
1 comentario:
Mola, un poco triste shur...
yo tampoco uso azucar para el cafe xD
hay que repetir la de la mascara haha
(L)
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